Cuando esté traslucida incorporar la harina y freírla sin parar de remover hasta que adquiera un tono tostado.
Sea cual sea la forma que le deis a la croqueta, ésta debe quedar sin fisuras para que su empanado sea perfecto y hermético y evitar así que el relleno salga por la sartén. Una forma de conseguirlo es utilizar un dispensador de helado o una manga pastelera. Nos ahorrará tiempo y la masa saldrá compactada y sin grietas.
Lo primero que se debe hacer es ‘sellar’ las croquetas, para ello es fundamental que el aceite esté muy caliente. Debéis darles la vuelta en el primer minuto para cerrar la costra del empanado, haced lo mismo por el otro lado. Bajad a fuego medio y siempre con mucho cuidado las volteáis de nuevo para controlar el tono dorado.
Retirarlas de la sartén y disponerlas sobre un papel absorbente para quitar el exceso de aceite que pueda quedar.
Crujientes, suaves y deliciosas croquetas de jamón
Ya os hemos hablado de su versatilidad, y es que la croqueta admite infinidad de rellenos. Aun siendo su preparación básicamente la misma, el resultado puede ser completamente distinto.