El flamenquín es un plato típico andaluz, originalmente de Córdoba que tiene casi tantas versiones como la paella. Como seguro ya sabes, el Flamenquín Cordobés es un filete de lomo enrollado y relleno de jamón, rebozado en pan rallado y frito. Se puede sustituir el lomo por jamón y rellenarlo con queso, por ejemplo, pero cambia el sabor del plato totalmente.
Preparación:
Con la ayuda de un mazo de cocina, ablanda los filetes para dejarlos más finos.
Aliñamos la carne con limón, ajo, perejil, sal y pimienta y los extendemos.
Añade una loncha de jamón curado a uno de los lados del filete y enrolla con cuidado.
Para rebozarlos, pon tres platos seguidos. Uno con harina, otro con huevo batido y el tercero con el pan rallado. Vamos a pasar los rollos por los tres platos. Primero por el de harina, después por el de huevo y por último los pasamos por el pan rallado. Si sientes que se te van a desarmar, puedes asegurarlos con unos palillos.
Fríe los rollos con aceite de oliva virgen extra bien caliente. Primero por un lado y cuando esté dorado, por el otro. Al freír con Aceites de Oliva de España conseguirás el resultado perfecto. ¡Tus flamenquines cordobeses quedarán tiernos por dentro y crujientes por fuera!
Una vez fritos, colócalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
En el punto 5, en lugar de freírlos podemos congelarlos, o freír una parte y congelar otra para el futuro. Una vez congelados puedes freírlos directamente sin necesidad de descongelarlos.
Presentación del plato:
Puedes servir los flamenquines con una ensalada, unas patatas fritas o con una salsa casera. Te recomendamos que los acompañes con esta salsa de alioli casera.