Hervimos la leche con una rama de canela, la ralladura de un limón, de una naranja y el azúcar.
Mientras se atempera la leche y toma los sabores de la canela y los cítricos, sofreímos en el aceite de oliva virgen extra, y sin que se queme, una cucharada sopera de anises (matalahúva), le añadimos las 3 cucharadas de harina y lo mantenemos al fuego suave hasta que se tueste.
Añadimos entonces la leche poco a poco moviendo con una varilla manual para que no se queden grumos y cocemos moviendo hasta que se haga una crema fina y sin grumos, como unas natillas.
Repartimos estas natillas en cuencos o platos y dejamos enfriar.
Ponemos en un cuenco 3 cucharadas de miel de buena calidad, la disolvemos con una cucharada de agua. Le añadimos 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y emulsionamos con una varilla manual.
Presentación del plato:
Cuando vayamos a servir las gachas, decoramos con unos tostones de pan recién frito, espolvoreados con canela y azúcar, y ponemos encima la emulsión de miel y aceite de oliva virgen extra.